PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL A DEBATE
Pendientes de reforzar las medidas de seguridad hacia nuestro patrimonio
El grave incendio ocurrido el pasado 18 de julio en la Catedral de Nantes (Francia), necesitó cerca de 10 horas para poder ser controlado, necesitando para su extinción, un operativo compuesto por algo más de un centenar de profesionales del departamento de Loire de bomberos.
Muchos fueron los franceses, al despertar ese sábado por la mañana, que volvían a estar frente al horrible episodio vivido el pasado abril de 2019 cuando ardió en llamas la Catedral de Notre Dame en París. Aunque por suerte, esta vez las llamas no han devastado tanto patrimonio como si lo hicieran en París, no es poco el patrimonio histórico perdido en este incendio, por ejemplo, el órgano de la catedral, joya del siglo XV.
Los incendios vividos en los últimos años que han afectado a nuestro Patrimonio Histórico Cultural, hace abrir el debate entre los profesionales del sector. Hay suficientes evidencias, que llevan a la necesidad de reforzar las medidas de seguridad hacia este tipo de edificios, siendo en su gran mayoría, muchos por su propia construcción, museos vivos, centros de espiritualidad, singularidad, arte e historia de Europa. A parte de ser gran fuente de ingresos proveniente del turismo cultural.
Según la gran mayoría de especialistas en protección contra incendios y de protección del patrimonio histórico cultural, las catedrales como centros monumentales e históricos, deben ser declarados infraestructuras críticas, y como tal desarrollar una legislación que refuerce los requisitos de seguridad y actuación.
Actualmente, contamos con medidas de seguridad suficientes para poder garantizar la protección frente a un incendio de cualquier tipo de edificación.
En España se contabilizan 93 templos, entre catedrales, basílicas, monasterios e iglesias declaradas "singulares" acogidos al Plan Nacional de Catedrales (1997), entidad encargada de proteger y conservar este patrimonio histórico español, integrado por el Estado, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos y diócesis Episcopales.
La planificación de riesgos y la gestión de emergencias son un seguro frente a la incertidumbre, el caos y la desorganización inherentes a un desastre. Estos métodos en el ámbito de la protección contra incendios (PCI) han tenido una aplicación muy concreta en el campo de los bienes culturales.
Por ello, y en base a la experiencia, el desarrollo de un Plan Nacional de Catedrales debe contemplar el riesgo de incendio, se deben adjudicar cantidades económicas suficientes en el presupuesto anual. Y este es uno de los puntos clave del problema.
La PCI de las catedrales y templos de interés histórico patrimonial debe ser acometida del mismo modo que un museo o edificios protegidos. Requiere sistemas activos y productos desarrollados específicamente para su salvaguarda, agentes para la extinción que no son dañinos, pero sí eficaces en la extinción, con total garantía del cuidado y protección de las obras.
Otro de los sistemas más eficaces es la detección de incendios precoz, con conexión a una central y que active las funciones de control programadas y aviso inmediato a los centros de emergencias/bomberos. Así como protección pasiva especial para actuar de protección como escudos térmicos en las obras y objetos de valor (tejidos ignífugos, armarios especiales) etc.
Sin duda, la protección contra incendios de templos y catedrales sigue siendo una asignatura pendiente que es fácil aprobar, contando con el asesoramiento de especialistas en la materia. Salvemos el patrimonio, salvemos la cultura, salvemos la historia.
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